Mañana empezamos...

Aquí estamos, de previa, esperando al pistoletazo de salida, en la casapuerta misma de la cuaresma que nos llevará a la Semana Santa, aunque ésta se me presente desdibujada y distinta, lejanísima en el tiempo de la memoria, a aquella otra que me fascinaba y me tenía implicado desde el primer día.

Hoy he enrollado los carteles que estuvieron colgados en las paredes, no he sacado del cajón el viejo incensario para perfumar la casa con los aromas de una vida, los costales quedan en su caja, las camisetas de costalero amarillearán, inevitablemente, como las páginas de aquel primer libro en donde aprendía cosas de la Semana Santa de Sevilla a través de las fotos de costaleros y capataces antiguos. Las marchas no suenan en el coche y, en la habitación, hibernan los cds con las bandas que acompañaron los cambios del misterio de mi existencia, y las que acompañaban las largas chicotás de los estudios de BUP y COU, tan impersonales como necesarios.

Hoy estoy de víspera, mañana empezará a andar la máquina de mis escritos de cuaresma, ésta vez bajo el título de "el pregón que no escribiera", y que ha querido ser un recorrido nostálgico por lo que todas y cada una de las cofradías de mi ciudad me inspira, me ha inspirado y me inspirará a partir de ahora, en que voy a empezar a verlas de otra manera, junto con unas leves pinceladas a mis devociones de extrarradio, ésas que no son de Granada, pero son igual de propias. 

Este año, el último (creo) de estos escritos de Cuaresma, cierro una etapa. Ya no habrá más que decir cada cuaresma porque el ánimo se ha desgastado y, sin ánimo, sin inquietudes cofrades, y con una pizca de la sal de la decepción en mi guiso de cuadrilla, no se pueden abrir las puertas a la inspiración necesaria para ilustrar el lienzo de mis sentimientos.

Mañana empezamos, no esperéis novedades, no esperéis trampantojos que le den un giro distinto al desarrollo del escrito diario, quizá sí un leve pellizco en vuestras devociones, si es que lo consigo, y seguro que una gran dosis de nostalgia, porque las fotos que vais a ver en este álbum de palabras son las fotos en blanco y negro de la infancia, la adolescencia y que retratan la forma que tengo de entender mi Semana Santa. 

Mañana empezamos...

Fuente fotografía: Facebook de la Hermandad