Un viernes menos (XXI)
En la Cruz se ensalza tu figura
y tus ojos horadan lo profundo.
Tú, expiras, ¡oh, Santo Moribundo!
haciendo de la muerte tu apostura.
“Yo nunca moriré con
tu estatura”
mas cavo, igual, el hoyo en que me hundo
por si llega el final, y dejo el mundo
sin haberme enterado de tu altura.
Señor (“de mil
geniles”) expirante
que arañas el Cielo con la espada
cuya punta son tus dedos vacilantes,
Tu muerte es otra vida esperanzada,
mi esperanza, verte andar, agonizante
expirando, a paso lento, por Granada,
Fuente fotografía: La Locura Cofrade
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