Un Viernes menos (XXII)

 


Te voy a decir yo a Ti
lo que me sale de aquí
cuando paso por tu lado,
bienvenido y bienhallado
son siempre igual para mí.
Tú me unes las mitades,
quitas las desigualdades
que ves en mi porvenir,
por eso, en mi devenir,
no hay nublos ni opacidades.

Cuando mi nave zozobra,
la pieza nunca la cobra
el cazador, que es el mar,
porque Tú la haces bogar,
y con tu Nombre me sobra
para vencer huracanes.
Deshonran mis ademanes
la absolución que me brindas,
y me dices ¡no te rindas!
si reincido en mis desmanes.

Si no fueras de Granada,
si estuvieras alejada
no sé de dónde sería,
mi ubicación estaría
rondándote la mirada.
Mira si es tal tu atracción,
que no tengo dirección
y siempre soy extranjero,
apátrida y costalero
hallando, en Ti, protección.

No escribo si Tú no dictas.
Las normas son más estrictas
cuanto más lejos te hayas,
por más que yo venga o vaya,
dejas mis líneas invictas.
Me arrastra, hasta Ti, el fervor,
pero me puede el rubor
con tan siquiera llamarte.
Toda mi vida es nombrarte,
Virgen del Mayor Dolor.

Te voy a decir yo a Ti
que mi vida es baladí
ante el futuro contigo,
escuchas lo que te digo
aunque te hable en zirí,
el traductor simultáneo
es el acento instantáneo
con el que nos entendemos
yo la nave, Tú los remos
y Graná el mediterráneo.

Fuente Fotografia: Archivo personal. Besamanos 2008

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