1...Domingo de Ramos
Esta última se la deja a ustedes. Él ya no va a escribir más, porque ahora no toca escribir, sino leer, interpretar, vivir, sentir y experimentar lo que está por ocurrir, desde ahora mismo, por las calles de su ciudad, y poco hay que añadir más a todo lo que ofrece su Semana Santa.
Les deja a ustedes la iniciativa,
elegir la ruta que habrá de llevarles por los entresijos de la ciudad vestida
de fiesta, recorrer el mapa del corazón y ver con los ojos del alma, porque
ellos son los que les van a mostrar la imagen que se llevarán, de por vida, grabada
en la memoria, y que es única para cada uno como única es la forma de mirar de
cada uno. Así que, vamos, decidan la compañía, que tiene que ser la mejor, la
que más les haga estar a gusto, la que más les llene y más les cautive, y
cójanla de la mano, tómenla por la cintura, y vayan corriendo al encuentro de
la vida, la emoción y lo inesperado, porque este año también habrá lugar para
eso en las calles de la ciudad que se nos antojará distinta, puede que extraña,
aun siendo la misma de siempre.
Vamos, él les invita a abrir de par en par todas las puertas y ventanas que tengan, para que entre en su casa el aroma, la luz, el sonido de todo esto que él ha ido relatando, poco a poco, en estos cuarenta días, y que ahora van a tener que descifrar sin ayuda, sin guía, para encontrar a qué Cristo se refería en sus escritos, cuál podrá ser la esquina que relataba, y qué Virgen la que le hace destapar el tarro de las emociones cuando pasa. Elijan la calle, ubiquen el barrio, dispóngase en la plaza correcta en la que una hermandad sale o entra, miren cómo le da el sol en la cara a las imágenes, enamórense de los ojos de esa mujer de mantilla, empápense de la fuerza indómita del costalero, sientan la suavidad del incienso y la brisa de Abril en la cara, mientras el rumor de la gente se acrecienta o se apaga, según el corte de la cofradía. Llamen a la puerta de los sentidos, pregúntense cómo levanta un paso, qué marcha suena, de quién es la autoría de la imagen, cuál es la historia de lo que están viendo y tengan inquietudes, porque en ellas está el descubrimiento de todo eso que está encerrado tras los muros de las iglesias y que saldrá en forma de hilera de colores, de luz y de sonidos, como hasta ahora ha ido saliendo en forma de letras y párrafos.
Crean, no se queden en la observación, contrasten y crean, identifiquen y distingan, comprendan la unicidad de todo lo que pasa ante sus ojos, no cómo un espectador-turista, sino como un protagonista, porque todo aquel que está en esta ciudad en Semana Santa, y respeta, es de esta ciudad. Sean granadinos de nacimiento, como si hubieran sido dados a luz en este hermoso cahíz, y vuelvan a sus hogares contando lo que han visto, porque les va a dejar asombrados. Y a ustedes, granadinos, dejen los móviles y empápense de su tierra, siéntanse orgullosos de lo que tienen, respondan a las preguntas de los foráneos, guíenlos hasta el rincón, ese momento que se saben de memoria, compártanlo y vuelvan a renovar el rito de cada año pero a través de lo que ellos viven por vez primera. Disfruten de todo de distinta manera al año pasado, vayan por otras calles, visiten otros bares, prueben otro helado en "Los Italianos", busquen a la hermandad de siempre de vuelta, o de ida, según toque, porque ustedes tienen la suerte de ser de aquí siempre, vivir aquí todos los días, pero sólo hay un oportunidad de mostrárselo al mundo y de experimentarlo como si todo fuera nuevo. Esa oportunidad se nos brinda hoy, somos y estamos en Granada, vivamos Granada, que ha vuelto a amanecer en un Domingo de Ramos.
Fuente Fotografía: La Locura Cofrade



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