2...María
La Victoria es la Esperanza del Amor y el Trabajo, es esa Aurora que amanece tras la última noche tormentosa, la Salud a las enfermedades del alma, como Remedio sanador, justo cuando pensamos que ya nada nos va a sacar de las tinieblas. En nuestra búsqueda de Paz, tenemos que superar los Dolores de una vida que pasa sin avisar, como un ciclón, y saber discernir entre lo que es un Mayor Dolor, y los que apenas deben inquietarnos, aunque para nosotros todos estén equiparados en nuestra particular lista de Penas.
Siempre, aunque no lleguemos a
intuirlo, y no lo escuchemos, hay un susurro imperceptible, que sólo oyen los
que lo necesitan y que nos alienta a vivir, un Dulce Nombre que, al
pronunciarlo, allana el camino de las Angustias, permitiéndonos
concebir en un atisbo de Alegría, las Maravillas que, bien
están pero no las disfrutamos, bien están por llegar. A veces, la Encarnación
y Concepción
en el seno de la persona amada de una nueva vida, aunque venga después
del postrer sueño de otra, dentro de la Amargura que suscita la pérdida, es
la demostración del Triunfo de la vida sobre la muerte, que siempre nos acecha sin
saberlo.
En esta vida, todo es un regalo,
es la Merced que el Señor nos hace, como Rosario de parabienes, a
través de su Madre, para que nuestro camino sea más fácil, que nos guiemos por
la Caridad,
tan difícil en estos tiempos que corren, para llevar Consolación a los que
sufren a nuestro lado, y lejos de nosotros, para intentar llevar, con nuestros
actos, con nuestra compañía, con nuestra Misericordia, un poco de esa
brillante Luz que lleva María, Estrella en la tenebrosidad de las
sombras más opacas, y pueda aliviar su Soledad.
Nosotros tenemos la suerte de ser Cristianos, de contar con la ayuda de María y del Señor para nuestro devenir diario y debemos compartirlo con aquellos que no lo tienen, que no lo saben o que lo comprenden y debemos, además, ser conscientes de lo afortunados que somos, no sólo por ser súbditos de Reyes celestiales que, además son Nuestra Madre y nuestro Padre, sino porque, además, nos dieron a luz en esta bendita tierra de la Alhambra y el Sacromonte, que traducida al más castizo granadino, viene a ser la tierra de María.
Fuente fotografía: La Locura Cofrade
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