26 de Mayo

 Busco en tiempos no olvidados
el anhelo de tenerte;
bastidor donde tejerte
los besos más entregados;
mis dedos desperdigados
bajo un jersey, una falda.
tus cosas llenando baldas,
estantería de mi vida,
que me pintan las heridas
de color verde esmeralda. 

Cuento cada sensación
como si ahora pasara;
como si se me erizara
el vello de la emoción.
La mente está en rebelión
pues quiere que siga allí
en ese feliz momento
en que todo era un intento
repleto de frenesí. 

Cada vez que cojo un folio
y desgrano sentimientos,
desbordas mis pensamientos.
Tu mirada es el motivo
de mis latidos, y vivo
por ser tú la maquinaria
que controla mis motores,
desde los mismos albores
con esa risa incendiaria. 

Eres mi todo en un frasco;
mi felicidad extrema;
el fuego que más me quema…
mi Mari Carmen Carrasco.
Eres la duda que huye
cuando el intelecto intuye
que, poco a poco, te acercas.
la pena se pone terca,
tu sonrisa la destruye. 

Eres, tú, la fabricante,
la que culminó en proyecto,
trascendental y perfecto,
más bello e ilusionante.
el júbilo desbordado
que dispuso las teselas
de un mosaico predispuesto:
lo mejor de ti va puesto
en tu creación…mi Candela. 

Contigo no existe el duelo
que me pueda derrumbar.
Tu voz es ese cantar
que otorga todo consuelo.
Cuando más cerca está el suelo,
y la caída más pronta,
me levantas con dulzura,
tus abrazos son la cura
que, en mi piel, dejan su impronta. 

No quiero que esto se pare.
Que tus labios siempre besen,
que el futuro se sopese
y el deseo se nos dispare.
Que nada, nunca, depare,
a nuestro amor, el olvido;
que nos vuelva a ser verano
cuando yo roce tus manos
aprovechando un descuido. 

Que para ti siempre suene
la música que prefieras.
Que sean tus ojos la hoguera
que a la pasión no detiene;
que las gracias que tú tienes
se acumulen con los años
y puedas siempre tener
mis versos para leer
el día de tu cumpleaños.